miércoles, 4 de junio de 2008

POR QUÉ HAY QUE TENER UN BLOG

Por nada en especial, porque en esta era de contínuos cambios, tener uno no te va a hacer más atractivo, ni mucho menos famoso, puesto que nada tiene del otro mundo tener una bitácora pública en internet. De hecho, hay miles. Y usuarios que no se contentan con uno solo; más o menos en el tercero se quedan tranquilos. Como las cuentas de correo electrónico (que no sé quién las cobra, porque son cuentas gratis), yo al menos poseo dos de ellas.
Pero si te comen las manos por escribir alguna cuestión que te esté dando vueltas en la mente hace ya un buen rato, más que nada descargos en contra del mundo y sus habitantes, y encima pienses que en algo vas a aportar con tus concienzudas reflexiones , este es un medio que te puede satisfacer excelentemente.
En mi caso en particular, tengo bastantes cosas que decir acerca de lo que me rodea, y bastantes años de observación que vendrían a avalar y a argumentar de manera fehaciente mis entredichos.
Por eso hice este blog, para poder decir entre otras cosas, todo eso que me carcome el alma, y me hace odiar tanto, tantas cosas. Por más que se diga que uno odia en los demás y en todo, todo eso que en uno, uno no quiere reconocer. Algo así como la paja en el ojo ajeno. Pecaré de soberbia, y me defenderé diciendo, que en mi caso no es así, tengo mis pifias bien identificadas, y más o menos ubicadas las que han ido emergiendo en el último tiempo.
Por ejemplo, comenzaré diciendo que odio a los/las machistas. No los apedreo ni amedrento ni ataco ni acuso, pero si la ocasión se da, les explico muy enojada lo retrógrado de su proceder, lo aberrantes que son como personas, lo mucho que molesta que sean así. Porque el machismo, más que el feminismo incluso trae muchos problemas a las relaciones de pareja, si no, no estaría de moda denunciar a los femicidas (potenciales o de hecho).
Pero resulta que, como todos sabemos, es la sociedad en la que creces, la que te dicta las pautas acerca del cómo ha de conducirse uno en dicha sociedad. Son modelos que se reproducen desde antes que llegáramos, y se heredan. Mi mamá era muy machista, tal como lo fueron las mujeres y hombres de su familia, y todos los antecesores de ellos. Pero desde niña me he fijado, que los hombres no son más que las mujeres, y viceversa. Somos, y ya está. Luego más grande, recopilando datos de esos que no sabes cómo llegan a los archivos de tu memoria mientras creces pero ahí están para quedarse, he comprobado que tengo la razón: ninguno de los dos es más que el otro. Están los dos en las mismas en este planeta, reproduciéndose bajo el mismo método milenario, naciendo para luego vivir para sobrevivir, para no morir, cada uno a su manera; algunos con propósitos claros para sus vidas entremedio que luchan para vivir, y otros viviendo como autómatas, como la gran mayoría: los" zombies al otro lado de la pantalla," como decía el personaje de Robert Downey Jr. en "Natural Born Killers" del Oliver Stone.
No me quiero extender más en este tema, porque no era mi primera intención, y porque hay mucho que decir y después de todo es tedioso el asunto.
Y porque no quiero ser encasillada de feminista, para mí eso es el equivalente a ser machista igual no más, luchar el tema es darle la razón a un asunto que está obsoleto. Osea, estamos en el siglo XXI, creyéndonos tecnológicos y ultramodernos y viviendo ahora ya ese futuro de película de ciencia ficción sesentera (y dejando a este pobre planeta como un basural gigante y mal administrado más encima), y nos seguimos comportando como unos básicos cavernarios territoriales porque la formación reticular de nuestros cerebros (para los que no lo saben, se trata del proto cerebro humano, heredado de los reptiles) está aún vigente, como si nuestras vidas fueran eternas, como si los recursos para seguir viviendo el tren de vida que llevamos fueran eternos también, pensando que somos seres reflexivos y maduros para nuestras cosas... Para mí todo se reduce y se resuelve en un solo punto: madurez mental y sicológica. Cuando ya nadie sea inmaduro, nos vamos a llevar bien todos, y seguiremos teniendo planeta para seguir viviendo (ya no sobreviviendo), y con buenos propósitos de vida, con tolerancia hacia todo porque nos daremos cuenta de que todo nuestro proceder se puede traducir en arte. Porque claro, ya no habrán más cosas que hagamos y que nos dañen entre sí y que hoy en día nadie puede ni debería tolerar.
Pero otro día me referiré a eso.


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