jueves, 27 de enero de 2011

EL CUERPO NOS DOMINA


El cuerpo nos domina, sin duda alguna, y no hay nada que podamos hacer. Antiguos sabios ya se habían dado cuenta, no sólo de ello, si no de que además, debíamos dejar dichas necesidades un tanto de lado, si queríamos deshacernos de nuestra condición humana animal, y comenzar por fin a darle rienda suelta a nuestro interior. El que no está para nada en contra de nuestro exterior, pero si lo dominamos eso sí de tal forma que, se condiga con nuestro interior. Es decir, se dieron cuenta de ello, y así poder ir a ese lugar al que llaman “el camino de la iluminación”, el cual por suerte, está ahí para todo aquel que posea un cerebro aunque sea rudimentario. Claro que sí, porque todos los cerebros ( al menos los humanos) tienen una capa más exterior llamada neocórtex, y que nos diferencia por decirlo así, de otros seres evolucionados, onda los animales, los que supuestamente, no podrían seguir por este camino se supone. (Personalmente, yo creo que están más que iluminados, en armonía total con el universo). Es una larga tarea para quien se embarque en estos propósitos. Es mucho lo que el interior moldea el exterior, retroalimentándose todo el rato de éste, y haciéndole creer así entonces al interior, que está en lo correcto. Entonces, ¿quién tiene la razón?. ¿El interior o el exterior?. ¿Cómo nos despejamos de la ilusión fuera de nuestros ojos para que deje de contaminar con sus ideas equívocas lo que no es de lo que sí es? Y lo que es más importante aún (o peor aún): porque lo interior debería ser lo correcto. Sin duda que el cuerpo y sus necesidades, nos dominan. Difícil deshacerse de él. Es una especie de vehículo que cada cierto tiempo nos recuerda cambiarle las ruedas o el líquido de frenos, echarle gasolina, parar ante un rojo, limpiarlo del polvo del camino, encenderle el limpiaparabrisas cuando se dé el caso, etc. Y como es bien difícil que podamos bajarnos de él, vemos la vida pasar desde su perspectiva. Creemos que somos el vehículo, por lo tanto, somos el vehículo. Qué cosa más loca, pero es que así no más es.
Entonces, el punto es: ¿cómo llegamos a utilizar sólo lo básico de nuestros cuerpos, para explayarnos aún así en todas sus posibilidades, o sea, sin que esto básico nos interrumpa el panorama?. Los egos por ejemplo. Provienen de lo más profundo de nuestro cerebro reptiliano, aquel q mata para sobrevivir, ese que es territorial, ese en donde predomina el más fuerte sobre el más débil, partiendo de la base de que las leyes de la evolución dictan que sólo el más apto merece vivir. Y por si fuera poco, esas reglas se instituyeron mucho antes de ser quienes somos, para que pudiesémos llegar a ser quienes somos. Y el planeta mismo gira en torno a éste y otros hechos. Y bueno, ese es el cerebro que nos hace ser hoy en día asi como somos en sociedad: competitivos, ganadores, el número uno, y al diablo los demás. (Ese es el crerebro que mas nos domina, hablando de dominación a propósito. Y es el que tiene a nuestro pobre planeta como está). Esas por ejemplo, son cosas básicas que debemos erradicar si queremos llegar a ser seres mas abocados a lo que llevamos en el interior, ese interior en el cual estamos sin ningún apuro, porque no hay cuerpo q alimentar, solo visualizar, e imaginar y reflexionar. Y alcanzar la iluminación. Cualesquiera que esta sea.
Me da lata concluir esta perorata, el hambre me está jodiendo en serio las tripas…

No hay comentarios: