lunes, 11 de agosto de 2008

¿Qué necesidad hay de drogarse?

Supongo que, en la mayoría de los casos, es porque nuestra psique responde a un estímulo cerebral que el opiáceo, o la droga en cuestión, realiza a nivel de neurotransmisor. Vale decir, que esa euforia que se siente, o esa energía insospechada, o esa repentina claridad mental, no es nada más que nuestro cerebro liberando neurotransmisores que, al llegar a determinadas áreas del cerebro, pueden despertar insospechadas facultades en nosotros. Como llavecitas que abren puertas normalmente cerradas porque así deben de estar, o porque el anquilosamiento de la vida diaria las ha terminado por cerrar.
Algunos tenemos más necesidad, o vivimos más involucrados con ciertas situaciones de nosotros mismos a los que ciertas drogas apelan una vez liberados sus efectos en nuestra mente. Por eso de pronto somos más propensos a hacernos adictos a ciertas sustancias más que a otras.
A modo de ejemplo básico, diré que hay personas más enrolladas para sus cosas, y por lo tanto suelen hacerse adictos a drogas que le despierten la claridad para ver las cosas, o sea, desenrrollarse un poco. Pueden ser drogas "visionarias" si su espíritu es más volátil y abstracto para entendérselas con el mundo, como por ejemplo, los artistas visuales, o los sensibles a todo, y que viven bajo constante estrés y quieren un poco de libertad; o drogas duras de esas que te dejan literalmente parado y despierto, si su espíritu es más materialista,u obsesivamente calculador, de esas personas que quieren tenerlo todo bajo control, todo el rato. O desean rendir más en sus trabajos, porque son autoexigentes, y necesitan por lo tanto claridad mental a la vez que mantenerse alerta, despierto.
También hay personas que no la tienen nunca clara con sus vidas, y cualquier droga les viene bien. Lo malo, es que esa misma cuestión que hace que no la tengan clara y no sepan ni dónde están parados, vamos a traducirlo como inmadurez crónica mejor será, hace que pronto, se hagan adictos a drogas que más temprano que tarde, les provocará daño orgánico, puesto que es muy común que le encanten ese tipo de drogas que producen euforia, pero una terrible confusión mental después, y una angustia sicológica y física que los deja pidiendo por más, para poder paliar tanto dolor repentino. Más repentino aún si rato antes estabas en la gloria. Para poder volver a estar en euforia, la que confunden con una supuesta claridad mental. Digo supuesta, porque me parece que es bastante al pedo si una cosa así te hace creer que posees la verdad pero luego te revuelve la panza y la cabeza, pero rato más tarde te hace querer más de ello. Hablo de la "pasta base", el cristal de metilo, y un montón más de porquerías que ahora no recuerdo.
Drogas así te hacen cometer atropellos contra tí mismo, y tu entorno. Bueno, muchas drogas pueden hacerlo. Va en la forma de ser de cada cual el darte cuenta cuándo es divertido, y cuándo deja de serlo.
También hay personas, que nunca las han probado, e igual las critican. Y es, gracias a otras personas que, una vez drogadas, se ponen a hacer cosas que van en desmedro de las situaciones en las que están inmersos, e interfieren para mal con los demás, y olvidan sus deberes de buen ciudadano.
Esas son las peores personas. Porque al final, no importa si fue por una droga, esa es sólo una excusa para sentirse superiores con respecto a tí, puesto que en sus vidas personales a lo mejor no hay nada que los valide como individuos, y buscan así supuestos repudiables en los que no hayan incurrido ellos mismos, para así poder criticar, desplegando pseudo ética justa de ser humano que también puede cometer errores pero que jamás de los jamases cometería la abominación que tú sí, o sea, drogarte.
Hablo desde un punto de vista personal, que a la vez es una atalaya que me permite ver más allá de todo aquello que alguna vez me afectó y molestó.
Hay necesidad de drogarse, y es bien fuerte la necesidad.
Los que no se atreven a hacerlo, porque les han metido miedo desde muy niños con acerca de todo, igual tienen sus vicios de escape. La señora que ve mucha tele y se sonroja de algunas cosas que ve, el caballero que se masturba a diario en la ducha, el compulsivo por la comida, la que no deja de verse al espejo,
el que acumula posesiones para sentirse feliz, el que suspira por cada hembra que ve pasar, la que insiste en chuparle las medias a cuanto superior se le presente, el que se obsesiona con ser perfecto en todo, la que deambula entre dietas y gimnasios y centros de estética....Por no nombrar a los adictos al alcohol, al cigarro, al café, al chocolate, al azúcar, a las pastillas que el médico te receta y a las que no, etc.
Todos necesitamos evasión de algún tipo. La más natural, y por lo tanto nunca tomada en cuenta, es dormir. El cerebro necesita tanto evadirse de los estímulos exteriores, que te induce el sueño para lograrlo. Y si no lo hiciera, ya estaríamos todos de remate. No existiríamos: hace rato que nos habríamos matado los unos a los otros. No habríamos alcanzado a llegar a un estado evolutivo que nos permitiese funcionar como seres dementes.
(Pero debo decir, que a pesar de ello, igual somos bastante dementes).
Antes, si no nos matábamos, nuestros cuerpos igual habrían declinado, por falta de reposición de energías que se llevan a cabo mientras dormimos.
Pero despiertos, necesitamos de otras cosas para mantenernos en nuestro sano juicio, para ser sanos de espíritu, sanos de todo ojalá.
Los educadores, que en su mayoría (no todos, recalco), se sienten en el deber moral de transmitir sólo bienaventuranzas en su rol de hacedores de individuos virtuosos ( útiles por último) para este mundo, insisten en por ejemplo, en hacer que desde niños, nos alienemos en actividades que ojalá terminen rellenando el resto de nuestras vidas. Como hacer que seamos deportistas, músicos, geniecillos matemáticos, buenos oradores futuros políticos de bien, estudiosos y filósofos, en fin, cualquier cosa que nos mantenga alejados de la ociosidad, que sólo trae vicios dañinos que arremeten con nuestras virtudes. Como las drogas. Vil vicio. Fuente de innumerables ignominias en contra de la sociedad.
Pero, de nada vale ese despliegue de buenas intenciones con respecto a lo que se desea para tí que seas, si por dentro tienes necesidades que suplir como recibir halagos y felicitaciones, tener la razón la mayoría del tiempo, arrancar un rato de la rutina, sentirte atractivo cuando te ves al espejo, o sentirte útil en lo que sea que estes haciendo, desempeñando.
En "Un mundo feliz" de Huxley, la gente tomaba una droga llamada soma, que suplía las necesidades diarias de serotonina para funcionar bien, para ser felices. Bueno, además de ello, nadie andaba criticando a nadie, puesto que todo funcionaba a las mil maravillas, de acuerdo a un plan maestro, que de tan maestro, lo tenía todo funcionando a las ml maravillas.
Y a pesar de tanta maravilla, igual había necesidad de evasión para ser feliz. De ahí a que era un mundo feliz en verdad. El mundo aquel, estoy segura, a pesar de los incidentes ocurridos, se recuperó y siguió siendo feliz. Y siguieron drogándose.
Lo malo a mi juicio, era que tanta felicidad producida por un automatismo que te hacía desear entre otras cosas, estar drogado, hacía que a la vez no te cuestionases nada. Por eso era fácil dirigir ese mundo por unos cuantos. Y en el mundo en el que vivo, me hace cuestionármelo todo, y por lo tanto, cuestionar el control que se lleva acá por unos cuantos, en comparación del que se llevaba a cabo a las personas en ese mundo.
De ahí a que el libro fuese un éxito, porque para personas como
o como yo que se lo cuestionan todo, esa clase de mundo es demasiado ideal. Creo que hasta era innecesario tener que drogarse.
No como en este mundo en que vivimos, en donde el uso de drogas se puede justificar de infinitas maneras por infinitas razones.
No veo que sea moralmente repudiable el drogarse. Creo que es hasta lógico. Es parte de los subproductos de las cadenas de producción de cualquier sociedad, de cualquier año terrestre, de cualquier época histórica.
Lo que veo que entra en tela de juicio, es el comportamiento que te provoca la droga que ingreses a tu sistema. Si más o menos te has dado cuenta que tienes problemas para controlar la violencia, deberías ser responsable contigo mismo, y no ingerir drogas que luego hagan que te cueste controlar dichos accesos de violencia. Se entiende. Para qué agregar más palabras.
Ahora, bien sabido es, que los medios y los canales de comunicación de todo tipo, mienten, todo el tiempo. Por razones políticas más que nada. Y nos hacen creer que la droga es mala, dañinísima, y que abunda en el lumpenaje. Y que ser pobre (de escasos recursos), es ser parte del lumpen. Y por lo tanto, si eres pobre, eres propenso a las drogas.
Yo por ejemplo, soy pobre, en el sentido de que es el estado el que "financia" mi salud, por ejemplo. En la realidad, técnicamente no es así, pero por una cuestión de estadística nacional, diremos que así es. Y no soy parte del lumpen, no me rodeo de él, ni nada por el estilo. Y me drogo, especialmente para ver televisión, o escuchar música, o hacer manualidades. Siento que potencian estados de mi ser que, de otra forma, pasarían sin pena ni gloria. No soy parte de todo eso que nos hacen creer, cuasi tragar, día tras día a través de los medios masivos de comunicación. Creo ser un público objetivo bastante reacia a lo que se me trata de hacer tragar. He ahí que reside mi responsabilidad como individuo que le toca reproducir lo que le llega. Creo que las drogas me han ayudado a madurar bastante. Aún no soy completamente autosufisiente, pero ya más o menos sé para dónde van las cosas en mi vida. Y las drogas han sido un excelente escape, puesto que han cumplido su acometido. Me han servido para cuestionarme de un modo menos usual todo lo que me rodea. Aún no me he vuelto drogadicta. Y eso que he tenido mucha necesidad de drogarme.

1 comentario:

Angela dijo...

Uf!, qué monólogo más largo, casi no llego al final.