Panoramas

Si usted viviera en una ciudad en donde se encuentren canales de television con programas de audiencia nacional, ¿no sería un panorama para usted asistir a uno de esos programas?. ¿No es acaso de uso masivo ser audiencia en un programa de televisión, como quien va al cine o a la disco?. De haber una televisora en mi ciudad, creo que ya habría asistido a uno que otro programa, uno de política lo más probable, o uno de moda y entretención, para enterarme en vivo y en directo de si la gente que lo anima es más estúpida de lo que yo creía, y el cómo es que lo hacen para aún así ganar dinero a costa de su estupidez. Es que una apática como yo, obtendría gratificación con una acción así de morbosa. Porque es mórbido delectarse en la estupidez ajena, en vez de buscarse mejores cosas que hacer para engrandecer el espíritu. Pero, como soy una apática, no esperaría menos de mí. Me parece que asistir a programas a ver estupideces, me dejaría un sabor en el paladar del alma, como de esperanza. Esperanza de que si sigo siendo como soy, jamás seré como la gente estúpida que acabo de presenciar, y que ya obtendré recompensa ante tanta rebeldía y negación a comportarme como el promedio. Y que los negocios que lleve a cabo, me rendirán dividendos por fin, y no la sensación de que una vez más, estoy haciendo algo al revés a como lo planeé. Y viviré sin apuros económicos, como la gente estúpida que sale en la televisión. Y entonces, encenderé el televisor, y luego lo apagaré, porque sentiré que la estupidez ajena ya no me hace reír como antaño. El patetismo de los demás será cosa del pasado, mi autoindulgencia llenará ese vacío. Porque la autoindulgencia, es la estupidez personal que uno se niega a ver. Eso de "soy el mejor porque brillo sobre los demás" es parte de esa estupidez personal. Esa que ciega a la gente que suele salir en la televisión. Ésa, que sin salir en la televisión yo, me cegará a mi también, cuando comience a ganar dinero con mis negocios por fin bien hechos.